José Ignacio Wert, “nuestro” ministro de cultura,
concedió hace poco una entrevista a Rolling Stone y se vino arriba. Sintió el
poder de sus warholianos 15 minutos de gloria y habló de más, como un Liam
Gallagher cualquiera. Vino a decir que los músicos tienen que cobrar menos y
que la música es cara. Casi ná. Y utilizó esa frase que por manida, no deja de
ser igualmente demagógica, “cuando llueve, llueve para todos”. Y una mierda.
Quiero creer que cuando se refiere a lo que cobran los músicos,
se refiere a los cachés de los Alejandros Sanz, Migueles Bosé, Shakiras o demás
vacas sagradas del starsystem, porque si se refiere a la inmensa mayoría de los músicos de este país, más vale que no
se los encuentre de copas por ahí, aunque seguramente no frecuentamos los
mismos bares, artista.
A lo largo de mi carrera profesional he tenido la suerte
de conocer a grandísimos músicos que podían vivir de tocar con un solo artista
cuando las giras eran giras y no la palabra tras la que se esconden 5 bolos en
todo el verano. Hoy en día la mayoría de esos músicos tienen que pluriemplearse,
solapando bolos, enviando sustitutos, y aún así, a duras penas consiguen
acumular algo parecido a un “sueldo”. Y esos son los “clase A” o “primera
división”, luego estamos todos los demás, los que tenemos que hacer verdaderas
virguerías para conseguir vivir de aquello que nos gusta, que cogemos un coche
y nos arriesgamos a ir a cualquier lugar sin saber si
habrá o no público y si cubriremos gastos. Señor Wert, usted también habla de nosotros, y si nos bajamos más el caché nos
tocará pagar (como ya nos toca en muchas ocasiones), y no, amigo, no es
demagogia, es la puta verdad, la que muchísimos músicos viven a diario.
Pero claro, eso lo dice alguien con un sueldo por encima
del 99% de los músicos (y de cualquier trabajador de otro sector) de este país,
con dietas, desplazamientos y demás aparte, eso en la superficie y lo legal.
Para pedir esfuerzo hay que predicar con el ejemplo y nuestra clase política no
lo hace, “no llueve para todos, llueve para los de siempre”.
El otro día leía que un parlamentario cobra el doble que
un médico y el triple que un profesor. ¿De verdad que estos señores creen que su
labor es el doble de importante que la de un médico y el triple que la de un
educador? Espero que no, que al menos no lo crean, pero claro, lo crean o no,
son ellos los que legislan y los que negocian los convenios. “Hago la ley, hago
la trampa”.
Educación, sanidad y cultura. ¿Aún seguimos pensando que
estos recortes son únicamente motivados por la crisis? Yo no. Viendo el
comportamiento de nuestra clase política, la pregunta no es si son más
necesarios que un educador o un médico, sino, ¿quién va a estar preparado dentro
de unos años para manejar esto si derribamos los tres pilares que sustentan los
cimientos de un país?
En este país, si eres Bisbal o la Pantoja, eres un
artista, admirado y respetado, el resto somos vistos (por una parte importante de la sociedad) poco menos que como vagos
que queremos vivir sin dar un palo al agua, es por eso que a menudo nos "recomiendan" que nos busquemos
un trabajo “como Dios manda”. Mientras no se respete esta profesión como
cualquier otra y se le dé el valor que merece, habrá señores, como Wert, que
desde su atalaya seguirán diciendo con la boca llena, que otros se sigan
apretando el cinturón.
Señor Wert, castigado al rincón de pensar.
Joel Reyes