lunes, 6 de julio de 2015

JUEGO DE TRONOS (II)

Al fin he acabado la quinta temporada de Juego de Tronos (no spoilers) y vuelvo a la realidad. Ya no hay noches al frío de Invernalia ni decapitaciones y muerte por doquier (o si, pero en este lado del muro). Estoy volviendo al mundo real, aunque sigo encontrando extrañas analogías allá por donde quiera que miro. Doctor, ¿usted cree que es grave?.

Asisto al espectáculo del día a día y los medios de comunicación. Al chantaje del miedo. A alegar al honor y la responsabilidad como ciudadanos, cuando aquellos que nos aleccionan sobre ellos, se saltan las normas ante nuestras narices (vaya, otra cosa en común con la serie). La televisión me cuenta que han muerto otros dos hombres por asta de toro en celebraciones de fiestas patronales. Que unos jóvenes celebran la “Rapa das bestas” intentando someter a caballos salvajes con la única ayuda de sus manos para cortar sus crines. Si, si, ya he acabado la quinta temporada de JdT, insisto.

Me hace mucha gracia que algunos medios de comunicación acusen al gobierno griego de irresponsabilidad, de jugar con el presente y el futuro del pueblo, de que no podrán cumplir sus promesas, de que la gente no sabe lo que está votando. ¿En serio?. Los dicen los medios de comunicación de un país en el que todos los gobiernos de los últimos 40 años han incumplido, sistemáticamente, promesas electorales, que se han saltado a las bravas y en nuestras narices sonoros “Noes” a la OTAN y a la invasión de Irak. Que se han enriquecido, prevaricado y malversado a nuestra costa. Los medios de comunicación de un país que vota, en su inmensa mayoría, a unas siglas, a la inercia, o a una cara, sin leerse el programa electoral de los partidos y sin tener idea de lo que, realmente, está votando. Como diría aquel, “manda huevos”.

Los bancos europeos haciendo campaña por el “sí” en Grecia diciendo que se acaba la pasta para acojonar al personal. Rajoy a lo suyo moviendo la boca, cual muñeco de ventrílocuo, con la voz del FMI de fondo.


Mientras en Grecia gana el “no” y un ministro dimite para “celebrar la victoria” y facilitar las cosas. Igualito que aquí. Nos ponen a Grecia como ejemplo del alumno malo de la clase al que no hay que imitar. Igual también podemos tomar ejemplo de ciertas cosas (señores políticos aferrados, sin escrúpulos, a sus poltronas). No imagino una reacción así en este país. Si no se dimite cuando todo está del revés, cuando te han pillado con las manos en la masa, cuando te imputan, cuando la cagas, cuando te huelen los pies… imagina cuando ganas un referéndum que planta cara a las normas del Goliath europeo y tú has sido uno de los partícipes de dicha victoria. Varoufakis El Griego me cae bien. Me caen bien los que juegan a la contra, los que intentan cambiar las cosas, y más, si saben retirarse a tiempo renunciando a las mieles y la gloria de lo que, espero, sea un cambio y un precedente para el resto de Europa. Cuanto menos merecen un voto de confianza.

Me temo que en los 7 Reinos deben estar seriamente preocupados con lo ocurrido, moviendo los hilos, me temo que el BCE y el FMI preparan sus ejércitos a conciencia para demostrar al mundo que ellos tienen la razón, por las buenas o porque “esto es así”.

Veremos como evolucionan los próximos episodios, pero esta temporada de Juego de Tronos (European Season) se presenta del todo apasionante.


Joel Reyes

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