sábado, 14 de diciembre de 2013

EL FACTOR HUMANO

Vivimos en un mundo que tiende, irremisiblemente, a la homogeneidad.

Todo está pensado para igualarnos, la sociedad tiende al mimetismo. Las tendencias o modas rigen nuestras vidas. Desde un punto de vista antropológico, el ser humano siempre ha tenido la necesidad de pertenencia; pertenencia a un lugar, un grupo, una corriente, un ideal.

Tal vez sea necesario. La mayoría de la gente se siente cómoda en ese terreno, pues te hace sentir "normalizado" e integrado, aunque ambos términos tienen más que ver con nuestros "autoengaños" que con una realidad.

Una sociedad uniforme es más fácil de manejar, de guiar, de situar en el terreno que interesa a quien la rige. Sin embargo la paradoja está en el hecho de que son las personas que rompen lastendencia, las normas o lo establecido, los que marcan la dirección de un grupo, lo que solemos llamar líderes.

Vivimos en esa contradicción, la de admirar a todos aquellos que se atreven a rebasar la línea y a la vez criticar a esos mismos osados que no hacen lo que "se supone que hay que hacer". Ya lo he mencionado alguna vez, pero Einstein decía que el loco es el que pretende obtener resultados diferentes haciendo lo mismo una y otra vez.

Cada vez admiro más la diferencia, el error, el factor humano, lo que nos hace únicos, diferentes, especiales. Sí, evidentemente, todos lo somos, pero la mayoría nos esforzamos más por "pulir" esas diferencias e igualarnos con los demás para sentirnos cómodos en nuestra zona de confort.

Recuerdo cuando empezó la fiebre de Operación Triunfo y los profesores se empeñaban en transmitir a sus alumnos que un buen cantante era aquel capaz de defender todos los estilos, que les limaban todo atisbo de personalidad para convertirlos en intérpretes de karaoke de alto standing. Esa es la tendencia en todo. Creo que fue Sabina el que dijo que si hubiera tenido que pasar por una academia como esa para poder dedicarse a la música, no habría aguantado ni el primer casting. Pues a eso me refiero.

Cada vez tengo más claro que en cualquier ámbito vital, suele ser el error, esa característica que suele ponernos nerviosos o que nos gustaría cambiar, la que acaba otorgándonos personalidad, y definiéndonos como individuos, cada vez observo con más atención mis tics o "anomalías" para potenciarlos y definirlos como marca y factor humano diferenciador.

No estoy haciendo apología del error, que nadie me malinterprete, pero en estos tiempos tan faltos de verdaderos líderes y tan sobrados de ineptos sin un ápice de carisma, tan vez sea el momento de echar mano de pensamientos diferentes. Ya hemos comprobado que aquello a lo que "teníamos que aspirar" se ha convertido en nuestra cárcel de oro. Estamos atrapados en su red y ahora nos culpan de haberles creído. 

Es el momento de apostar por la alternativa, salirnos de lo cuadrado de nuestras mentes y defender la diferencia y el factor humano.

Como dice El Roto: Si no puedes cambiar de horizonte, cambia de perspectiva.

Joel Reyes

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