De primero ensalada y macarrones. De segundo bistec de
ternera o lenguado a la plancha. No hay que pensar mucho, aún así dudamos.
Cuando te dan 10 primeros y 10 segundos, ya la has jodido. Cojas lo que cojas
pensarás que has elegido mal.
Así es este mundo actual que nos arrastra. Qué tiempos
aquellos en los que ahorrábamos un mes para comprarnos un disco que nos pasábamos
otro mes escuchando en exclusiva. Ahora apenas si somos capaces de aguantar una
canción de 5 minutos sin pasar a la siguiente.
Todo va a toda hostia. Estamos hiper estimulados, no tenemos
tiempo de reparar en nada, de apreciar los matices, hemos perdido la
perspectiva de todo, no hay tiempo. Lo retro solo “mola” visto como algo
moderno. Lo retro sí, lo antiguo no, lástima que sea lo mismo, sin la pátina de
lo que está de moda, eufemismos para enmascarar lo “hipsters”, “coolhunters” o
simplemente “guays” que nos hemos vuelto, bueno, los que son guays, los demás
estamos “out” o “demodé” que mola más y es más de los 80.
Me descubro cada vez con más frecuencia hablando como un abuelo, tal vez porque para la gente de 20 ya lo sea. Empiezo incluso a entender eso de “en mis tiempos…”, si, es jodido, pero ya lo empiezo a entender. El rodillo avanza y arrasa con todo. Se pierde el lado romántico de todo y se instaura la ley del pragmatismo y la practicidad. La dictadura de la juventud, de lo nuevo, de estar a la última, de perder de vista lo simple. Estamos mucho más cerca de convertirnos en robots que de hacer una aproximación al ser primitivo que un día fuimos.
No es lo que eres, es lo que pareces, parecen decirnos al
oído como si nadie se hubiera dado cuenta, y nosotros asentimos, como el perro
de la parte de atrás del coche. Donde yo estoy, tú también estarás, donde están
ellos, estaremos nosotros dentro de poco, y todo habrá cambiado. El “cassette”
suena a prehistoria, la nuestra, el cd será la prehistoria de los adolescentes
de hoy, el vinilo seguirá girando para cuatro románticos, el resto sólo serán
ceros y unos. Sólo la imperfección del ser humano nos diferenciará. Sólo
nuestro lado erróneo, el error del momento.
Que ¿de qué coño estoy hablando? A saber, sólo he dejado
llevar mis dedos y escribir lo que dictaba mi cabeza, yo me entiendo, y a
veces, es suficiente.
En general, hablo en general, ten cuidado, corre, más
rápido, no mires atrás, ya no queda nadie.
Joel Reyes
Yo también te he entendido, porque pienso igual que tú. Me he sentido muy identificada con tus palabras ;)
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