Ayer comenzó, como un huracán, la grabación del nuevo disco,
y, ni en nuestros más optimistas presagios, esperábamos una primera jornada tan
redonda. El día empezó pronto, muy pronto, cuando Madrid aún estaba en
penumbra. Nunca me ha gustado levantarme cuando aún es de noche, pero ayer me
sentía como un niño antes de ir de excursión al parque de atracciones.
A las 8, con la luz del amanecer y la superluna menguante
acompañándonos, partimos rumbo a Asturias. El viaje fue espectacular, con un
día radiante que solo vaticinaba cosas buenas. A las 13.30 horas llegamos a
puerto y atracamos en Miranda, un pequeño y precioso pueblo de Avilés. Dejamos
el material en el estudio y nos fuimos a tomar un par de cañas y a comer algo
antes de empezar la jornada.
A las 16 horas arrancábamos. Tras unos intercambios de
impresiones sobre como enfocar la grabación y el sonido que queríamos en la
batería, Miguel Herrero se lanzó con la primera de las elegidas. “Carnaval”
rompió el hielo. Miguel es rápido y preciso, sabe lo que quiere y no duda. Eso
transmite muchísima seguridad. Cuando apenas nos hemos dado cuenta ya tenemos
la primera batería en el bote. La cosa promete.
La siguiente en salir a bailar fue “Boomerang”, que para mi
siempre será “Siempre habrá alguien que querrá verte caer”. Prima hermana de la
anterior. Buscamos otorgarle otro matiz y cambiamos escobillas por hot rods (cosas
de bateristas) y fluye con la misma brillantez.
Decidimos cambiar el registro y atacamos “Big Bang”, un tema
más enérgico y con cierto aire tribal de blues eléctrico que inspira a Miguel a
llevárselo a un terreno diferente al planteado en las demos. El resultado en
brutal. Álex y yo no dejamos de mirarnos alucinados y de disfrutar como niños
pequeños de cada minuto. Suena atronador y solo estamos con las baterías.
“Respira” es la siguiente. Álex ya le dio un giro brutal a
mi composición y no tengo claro el traje que se le va a poner. No importa. Álex
y Miguel se entienden a la perfección y, esta vez como invitado de piedra, dejo
que ellos lleven la negociación. El tema ha tomado una aire a medio camino
entre el soul de la motown y unos The Doors contenidos de ácido que me encanta
y no dejará indiferente a nadie.
Tras ello nos decidimos a cerrar la jornada con dos temas
lentos: “Crucifíquenme” y “Hotel Soledad”. Miguel cambia la afinación de la
caja para dar mayor profundidad y un sonido más oscuro a la misma. Amén. Sabe
lo que hace y no hay ni un pero. Casi sin darnos cuenta y en apenas 4 horas de
trabajo vemos como Miguel se ha ventilado más de la mitad de los temas del
disco. Tenemos 6 baterías grabadas y decidimos parar entre cervezas y
felicitaciones.
Un primer día de 10. Todos los que nos quieren no dejan de
repetirnos que disfrutemos cada segundo. Damos fe de que los estamos haciendo.
A las 10.30 comienza la segunda jornada. Esta mañana
esperamos ventilarnos el resto de baterías y esta tarde empezamos con bajos.
¡Que continúe el espectáculo!
Joel Reyes
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