A veces lo ves todo claro, de pronto todo parece sencillo,
las piezas encajan, aunque nunca sabes si será tan solo un espejismo o
realmente ha llegado el momento.
A veces la vida nos pone cosas delante que no elegimos,
pruebas de fuerza, momentos duros que pueden fortalecernos o acabar con
nosotros si no sabemos aprender de ellos y reponernos, pero afortunadamente, la
mayoría de las veces podemos elegir, decidir lo que queremos, aunque no siempre
es cosa de uno esa elección y ahí es cuando las cosas se complican.
A veces el camino nos deja llagas en los pies, dolor de
huesos, agujetas y da miedo seguir caminando por temor al dolor que esas heridas
nos pueden provocar, a veces necesitamos sentarnos a descansar, darnos un
respiro, pero a veces también, justo cuando más cansados estamos y parecen
fallarnos las fuerzas, el camino que vislumbramos en el horizonte es aquel que
queremos caminar y dudamos entre si recuperar fuerzas o ir con todo, apostar
hasta la última moneda sin pensar en qué haremos si la apuesta sale mal, pues, aunque sea un tópico, no deja de ser cierto, la vida no espera y los trenes pasan.
A veces las cosas no ocurren a su debido tiempo, pero tal vez eso sea lo de menos cuando las cosas OCURREN.
Joel Reyes
totalmente cierto!
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