martes, 3 de septiembre de 2013

NAVEGAR

De los recuerdos más potentes que conservo de mi estancia en Canarias, sin duda, salir a navegar es el que más echo de menos. Tuvimos ocasión de salir muchas veces en el Magic, el catamarán de nuestros amigos, capitaneado por Mario, un capitán de los de película, una especie de Paul Newman canario que hacía honor a la mística y el atractivo de los capitanes de barco.

En esas salidas tuvimos la oportunidad de vivir momento increíbles, ver ballenas, delfines, cantar para los turistas... en definitiva, me enamoré de esa sensación de libertad cuando tu cabeza parece evaporarse y tus problemas perderse en la inmensidad del mar. Pocas cosas me proporcionan esa sensación de desconexión, de alejarme por un momento de todo.

Hoy vuelvo a salir a navegar. En cuanto termine estas líneas y me acabe el café que me acompaña, parto rumbo al puerto de Tarragona para salir a navegar en el velero de Patro y Antonio, dos buenos amigos con los que disfrutar de nuevo de la experiencia, porque si algo tengo claro es que la voy a disfrutar como siempre hago.


Serán apenas 3 horas de navegación, a vela, con el rumor del mar y las gaviotas como únicos acompañantes en esa inmensidad... me froto las manos solo de pensarlo. El jueves vuelvo a Madrid. Hay que apurar hasta la última gota estos días en mi tierra y este verano.

Estéis donde estéis no dejéis de hacer lo mismo, da igual que las vacaciones hayan terminado y el verano nos diga adiós, da igual que empiece el nuevo curso escolar, siempre hay un momento del día, una hora, un minuto, un segundo, para desconectar y encontrar esa libertad y ese lugar donde poder estar a solas con nosotros mismos... y navegar.

Joel Reyes

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