Nadie negará que gente como
Bowie, Tom Waits, Leonar Cohen, Sabina, Raphael, Bunbury, Nino Bravo o el
protagonista de esta entrada, Robe Iniesta, son artistas inconfundibles.
Encontrar tu lugar, tu lenguaje y hacer de ello tu seña de identidad, es la
búsqueda que todo artista que quiera trascender, debería hacer, aunque es más fácil decirlo que
conseguirlo. Todos tenemos nuestras
influencias y nuestros lugares comunes, también los anteriormente mencionados, pero han sabido encontrar ese factor que los diferencia del resto.
Su lírica marca una diferencia
con la mayoría de sus contemporáneos de género. Y es ahí donde radica
su mayor valor. Su forma de decir las cosas, descarnada y cruda, pero a la vez
de una extrema y poética sensibilidad le hace diferente al resto. Hoy en día muchos han
seguido su estela y tiene más de un alumno aventajado como Carlos Chaouen o
Kutxi Romero, cantante y letrista de Marea. Quiero suponer que gente como el
maestro Rosendo abrieron camino a esa
otra forma de comunicar, mucho más cruda pero igual de efectiva que la lírica
del lado más clásico del cantautor.
Esta tarde se va a celebrar un
monográfico dedicado a Robe Iniesta en el Libertad 8 y yo no he querido
perdérmelo. Después de la experiencia del dedicado a Drexler, me parece una
iniciativa de lo más motivadora y aplaudo a Andrés Sudón y al L8 por llevarlas
a cabo. Es más que interesante descubrir diferentes lecturas y puntos de vista de
esas canciones que todos hemos escuchado.Esta vez me he decantado por uno de los temas más conocidos de su repertorio: “Salir”. Una canción que conozco bien por haberlo cantado mil veces en bolos de orquesta. Pero quería aportarle algo. Esa letra, dejando de lado el aparente aspecto lúdico del estribillo, siempre me ha parecido de una melancolía tremenda. Al final Robe te dice que por más que lo intenta, por más que se entregue a la fiesta, la realidad siempre acaba por aparecer en la soledad de su habitación. Por eso me pareció interesante “menorizarla”. Cambiar su tonalidad de mayor a menor para acentuar ese lado más triste que a mí siempre me ha transmitido. Y este es el resultado. Espero que os guste.
Si os apetece, nos vemos esta tarde a partir de las 19 horas en el Libertad.
Joel Reyes
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