martes, 5 de noviembre de 2013

ROBE INIESTA

Una de las cosas más difíciles en el mundo del arte, es, sin lugar a dudas, encontrar ese lenguaje propio, ese carácter que te diferencie del resto y te haga reconocible. Centrándonos en el mundo de la música, hay artistas que, te gusten más o menos, son reconocibles en cuanto abren la boca, ya sea por su voz (no estoy hablando de calidad, sino de personalidad), por su lírica, por su lenguaje musical, o por una mezcla de todo ello.

Nadie negará que gente como Bowie, Tom Waits, Leonar Cohen, Sabina, Raphael, Bunbury, Nino Bravo o el protagonista de esta entrada, Robe Iniesta, son artistas inconfundibles. Encontrar tu lugar, tu lenguaje y hacer de ello tu seña de identidad, es la búsqueda que todo artista que quiera trascender, debería  hacer, aunque es más fácil decirlo que conseguirlo. Todos  tenemos nuestras influencias y nuestros lugares comunes, también los anteriormente mencionados, pero han sabido encontrar ese factor que los diferencia del resto.
 
Reconozco que, debido a mis gustos, nunca presté especial atención a Extremoduro, por pertenecer a eso que se llamó Rock Urbano. En mi adolescencia lo rocé de pasada sin prestar mayor atención, hasta, como casi siempre ocurre, darme cuenta de que me estaba perdiendo cosas realmente interesantes. A estas alturas, decir que Robe Iniesta es un grandísimo escritor de canciones y un letrista brillante es una obviedad.

Su lírica marca una diferencia con la mayoría de sus contemporáneos de género. Y es ahí donde radica su mayor valor. Su forma de decir las cosas, descarnada y cruda, pero a la vez de una extrema y poética sensibilidad le hace diferente al resto. Hoy en día muchos han seguido su estela y tiene más de un alumno aventajado como Carlos Chaouen o Kutxi Romero, cantante y letrista de Marea. Quiero suponer que gente como el maestro Rosendo abrieron camino  a esa otra forma de comunicar, mucho más cruda pero igual de efectiva que la lírica del lado más clásico del cantautor.
Esta tarde se va a celebrar un monográfico dedicado a Robe Iniesta en el Libertad 8 y yo no he querido perdérmelo. Después de la experiencia del dedicado a Drexler, me parece una iniciativa de lo más motivadora y aplaudo a Andrés Sudón y al L8 por llevarlas a cabo. Es más que interesante descubrir diferentes lecturas y puntos de vista de esas canciones que todos hemos escuchado.

Esta vez me he decantado por uno de los temas más conocidos de su repertorio: “Salir”. Una canción que conozco bien por haberlo cantado mil veces en bolos de orquesta. Pero quería aportarle algo. Esa letra, dejando de lado el aparente aspecto lúdico del estribillo, siempre me ha parecido de una melancolía tremenda. Al final Robe te dice que por más que lo intenta, por más que se entregue a la fiesta, la realidad siempre acaba por aparecer en la soledad de su habitación. Por eso me pareció interesante “menorizarla”. Cambiar su tonalidad de mayor a menor para acentuar ese lado más triste que a mí siempre me ha transmitido. Y este es el resultado. Espero que os guste.


Si os apetece, nos vemos esta tarde a partir de las 19 horas en el Libertad.

Joel Reyes

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