La música y la cultura en
general, no pasan por muy buen momento en este país, si es que alguna vez lo
hicieron o alguna cosa pasa por un buen momento aquí. Que la cultura es un
enemigo del sistema creo que está fuera de toda duda, al menos, la cultura al
alcance de todos. Encontrar vías de escape y alternativas a lo establecido no
suele ser bien recibido por “los de arriba”.
Muchas veces, los que nos dedicamos
a esto, intentamos buscar un sentido a nuestro trabajo, una “utilidad” más allá
del efecto terapéutico que la música ejerce en los que la utilizamos como medio
de expresión. Sois las personas que nos seguís, nos apoyáis y nos hacéis saber
que algunas de nuestras canciones significan algo para vosotros, los que dais
sentido a nuestro oficio.
Lo dijo Nietzsche, “sin música,
la vida sería un error”. No sé si sería un error o no, pero perdería mucho
color. Dicen que la música puede cambiar el mundo. No sé si la música en sí,
pero es cierto que la música cambia nuestro estado mental, y por ende, lo que
somos, nuestra constitución química y lo que pensamos. Una canción nos puede
alegrar, entristecer, motivar, ahondar en nuestros recuerdos, hacernos saltar,
reaccionar, descargar adrenalina… y todo eso son cambios, cambios en nosotros,
y por tanto, en el mundo que nos rodea.
Al fin y al cabo, sólo son
canciones. Pero hay canciones que no podemos disociar de nuestra vida,
canciones que nos llevan a momentos, personas, lugares, sensaciones, que nos
hacen entrar en una especie de ensoñación, como cuando un olor nos recuerda a
un momento especial de nuestra vida. Todos tenemos las nuestras, aunque hay
muchos lugares comunes.
Hace no mucho tiempo me pidieran
realizar una selección de 10 canciones importantes en mi vida para una revista
de música. No fue fácil. Fue muy difícil, de hecho. Condensar una vida envuelta
en música en sólo 10 canciones. Todas, absolutamente todas ellas, estaban asociadas
a momentos de cambio, de descubrimiento, de revolución, a recuerdos bonitos.
Todas ellas eran un poquito de lo que soy. Os recomiendo el ejercicio de hacer
vuestra propia lista de 10 canciones importantes en vuestra vida y expliquéis
brevemente porqué lo son. Realizaréis un viaje apasionante en sentido inverso
por el camino recurrido hasta hoy, redescubriréis el valor que esas canciones
han aportado a ella y tal vez descubráis algo vuestro que no sabíais o habíais
olvidado. Y si lo compartís, mucho mejor.Esta fue mi lista en ese momento. Hoy seguramente sustituiría algún título, como se suele decir, no están todas las que son, pero son todas las que están: Still loving you (Scorpions), Please return it (The Posies), Anatomía de una ola (Antonio Vega), The show must go on (Queen), 12 segundos de oscuridad (Jorge Drexler), Fame (David Bowie), Oro negro (Tino Casal), Alice (Tom Waits), La bien pagá (Miguel de Molina) y Mediterráneo (Joan Manel Serrat).
Sólo son canciones, sí, pero sin
ellas, todo lo demás no sería lo mismo.
Joel Reyes
No hay comentarios:
Publicar un comentario