Como ya he dicho en más de una ocasión, de todas las
facetas de mi oficio, ninguna me resulta más gratificante que ese momento, en
la privacidad de tu casa, en el que nace una canción, una buena idea, algo que,
unos minutos atrás, ni tan siquiera existía.
Uno de los mayores temores que tenemos los que nos
dedicamos a crear es que esa fuente se agote un día, que deje de manar. Todos
hemos sufrido periodos de sequía en los que, por más que lo intentas, no brota
nada, o si lo hace, ni siquiera vale la pena mostrarlo. Esa sensación de
vértigo provoca una desazón difícil de explicar. Ese temor puede llegar a
obsesionarnos y condicionar nuestro trabajo, pero la experiencia me dice que,
como todo, siempre acaba pasando.
Muchos artistas, ante la pregunta de cuál es la mejor
canción que han escrito responden al unísono: “mi mejor canción es la que aún está
por escribir”. Siempre andamos en busca de la canción perfecta, o dicho de otra
forma, de LA CANCIÓN.
Pues bien, en las últimas semanas, esas musas han tenido
a bien mimarme más de la cuenta y ofrecerme unos cuantos regalos en forma de melodía.
Yo estoy muy satisfecho, aunque hasta que no pasen el filtro de tus oídos, no
estarán completas. Si son aves de paso o si han llegado para quedarse, sólo el
tiempo lo dirá, pero de momento la familia no deja de crecer y ya tengo unas
cuantas niñas más esperando a ser bautizadas en directo.
¿Sus nombres?: “Renacer”,
“Baila”, “Cielo abierto”, “Eléctrico”. Si te pasas esta noche por el Dog &
Roll, seguro que podrás asistir a la puesta de largo de alguna de ellas, así
podrás hablar con conocimiento de causa. ¿Nos vemos luego?
Joel Reyes
Eso sería realmente genial, poder estar allí y conocerlas en directo, seguiré esperando su presentación por tierras murcianas, un besazo y que las musas nunca dejen de visitarte, que hasta ahora lo están haciendo de maravilla ;)
ResponderEliminar