viernes, 26 de julio de 2013

VIDAS QUE NOS TOCAN

Cada vez que conozco a alguien me pregunto qué ha venido a aportar a mi vida, cual es su “misión” en mi camino, su función, incluso antes de que me aporte algo, si estará de paso o será alguien que me cambiará para siempre, que se quedará en mi, físicamente o en esencia, puesto que todos somos la suma de todos los que nos han “tocado”, de todo lo que nos ha ocurrido.


Solo el tiempo y la perspectiva que este da, nos ayudan a entender acontecimientos que en un principio nos costó entender o valorar su importancia. Las conexiones entre las personas son caprichosas. A veces aparecen personas en nuestra vida que no son más que nexos con otras personas que nos han de aportar mucho más, personas “puente”. Otras veces aparecen personas que como un destello, nos deslumbran con toda su fuerza para sumirnos de nuevo en la oscuridad en un breve espacio de tiempo, no dejando nada más allá de ese “fogonazo” de luz, intenso, breve e inocuo a partes iguales. A veces un episodio triste o desgraciado nos lleva a cosas bellas, a bellos descubrimientos. Se trata de estar atento a los estímulos, porque uno no sabe dónde, cuándo ni cómo aparecen esas personas que revolucionan tu vida para siempre.
 
Hay personas que nos aportan y enriquecen, otras que no nos dejan apenas nada pero que son igualmente necesarias para nuestra “construcción”. Hay personas que nos dan y otras a las que damos, personas que nos ofrecen más de lo que recibieron de nosotros y viceversa, sólo al final de la historia entenderemos si eso que llamamos equilibrio universal o karma, realmente existe. Cuando echo la vista atrás y recuerdo algunos acontecimientos que me han hecho llegar hasta lo que soy ahora, me doy cuenta de que todo ha formado parte de una especie de “plan” caprichoso, una especie de puzle que ha sido construido incluso con piezas que en un principio no parecían encajar ni tener sentido.
Tal vez sea cierto que todo está conectado, que nuestra vida esté construida por nuestras decisiones y por todas las personas que nos “tocan” a lo largo de nuestra existencia, de todos aquellos que nos enseñan o aportan, con amor o con dolor, qué más da, lo importante es lo que aprendemos de nuestras vivencias, de nuestros aciertos y errores, si es que se puede hablar en términos absolutos de acertar o errar. Un error puede dar paso al mayor de nuestros aciertos. Un descubrimiento parte del error. Todo avance parte del error.

Me maravilla la vida y su incertidumbre, aunque no siempre juegue a nuestro favor, aunque a veces nos regale dolor, el saber que a la vuelta de cualquier esquina nos espera una nueva lección, una nueva conexión, una nueva ilusión, un nuevo aprendizaje es lo que hace que me sienta vivo y alerta, pendiente, afortunado, hambriento por vivir mi tiempo, por vivir mi vida.

Joel Reyes
 
P.D.: Mi recuerdo y mi respeto a las víctimas y los familiares del accidente de tren de Santiago, aunque ahora nada parezca tener sentido, estas palabras también están escritas para ellos.

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