No somos nuestras posesiones, ni nuestro estatus o éxito profesional, tampoco somos nuestro aspecto exterior, ni nuestra ropa, ni siquiera nuestras palabras, aunque todo ello nos define de cara a los demás, todo ello habla de nosotros, pero casi nunca dice la verdad, o no toda la verdad, porque no es lo que realmente somos.
Lo que somos son nuestros pensamientos, nuestros miedos,
nuestros sueños, nuestros anhelos, no nuestras palabras, sino nuestros actos.
Lo que hacemos es lo que habla de nosotros, tanto como lo que no hacemos.
Sólo nosotros sabemos en el fondo quienes somos, y muchas
veces ni eso, jugamos a poner excusas y cargar en los demás las culpas que no
somos capaces de aceptar.
Somos dueños de nuestros actos y nuestras decisiones y
son estos los que nos definen como personas, lo que nos queda cuando nos despojamos de los disfraces,
las excusas, las muletas sociales que nos hacen más llevadero vivir con esa parte de nosotros que nos gustaría cambiar por un poco más de valentía y sinceridad para con
nosotros y los demás, para descubrir y mostrar quienes somos realmente.
Joel Reyes
No hay comentarios:
Publicar un comentario