viernes, 18 de octubre de 2013

EL BESO

Un chico y una chica de apenas 15 años se besan en la puerta de un instituto. Un amigo inmortaliza el momento con su teléfono móvil y sube la foto a Facebook.

Un hombre golpea a una mujer en plena calle. Algunos curiosos observan la escena sin demasiada sorpresa. Los más, la ignoran.
Los chicos de la primera escena han cometido un delito. Al hombre de la segunda le ampara la ley.

Podríamos pensar que esta situación se da muy lejos de nosotros, pero no, esto ocurrió en Nador, una ciudad cercana a Melilla al noreste de Marruecos.
Los jóvenes fueron detenidos por “atentar contra la moral pública” y actualmente se encuentran a la espera de juicio.


A través de la red se convocaron varias “besadas”, como protesta por la detención de los jóvenes. La convocada frente al parlamento de Rabat terminó con una carga contra los “manifestantes” por parte de jóvenes musulmanes y policías de paisano que grababan la escena con teléfonos móviles, una carga que transcurrió al grito de "Libertad, libertad" o "Viva el amor" por parte de los iniciadores del beso colectivo, y los de "Somos musulmanes", "Fuera de aquí, satánicos" o "Abajo la inmoralidad", por parte de sus perseguidores.
Muchos ciudadanos observaban la escena sin mezclarse, pero recriminando la iniciativa del beso público con argumentos como que Marruecos no es un país europeo, sino musulmán y hay cosas que "no se hacen". Pegar a una mujer no es una de esas cosas que “no se hacen” por ir en contra de la ley musulmana.

Habrá quien me tache de populista o demagogo. Me la pela.
Respeto a la libertad religiosa, por supuesto, pero también a la defensa de los derechos humanos y a la libertad de expresión.

Podría extenderme en esta entrada pero creo que todo, o casi todo, está dicho.
John Lennon dijo: “vivimos en un mundo en el que hay que esconderse para hacer el amor mientras la violencia se practica a plena luz del día”.

Joel Reyes

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