martes, 1 de octubre de 2013

MANUAL DE VIDA (1ª Parte)

Hay gente que lo logra. Hay personas que consiguen alcanzar esa clarividencia, que resuelven el enigma, un enigma que tal vez sea complicado por su simpleza, un enigma que nos viene dado cuando nacemos pero que poco a poco casi todos vamos olvidando. Tener una vida plena no debe ser fácil, no, pero desde luego, si hay alguna manera de conseguirlo, en este texto que viene a continuación, hay muchas claves para ello.

Lo que vais a leer me lo envió una buena amiga hace unos días. Es un texto que un profesor de literatura regaló a sus alumnos antes de un examen final de instituto, a modo de despedida, antes de que estos emprendieran rumbo al resto de su vida. Además de lo que en él dice, me hace sospechar que si abundaran más profesores con esa pasión y amor por su oficio y sus alumnos (que los hay, yo conozco a unos cuantos), y un sistema que quisiera educar y estimular a esos alumnos, tal vez el presente y futuro de este país sería diferente a lo que tenemos y se vislumbra en el horizonte.
Os dejo con la primera parte de lo que a mí me parece un auténtico manual de vida:

"El lenguaje es, básicamente, lo que nos diferencia de los monos (a algunos). En otros aspectos, puede quizá pensarse que Dios ha sido más generoso con el mono que con el hombre, pero en esto del lenguaje no cabe duda de que Dios sí ha sabido portarse con nosotros, aunque Belén Esteban se empeñe en subvertir el orden de la Creación a veces.
Si pregunto en cualquier clase para qué sirve el lenguaje, la mayoría me diría que es "para intercambiar información". Pero si el don divino del lenguaje consiste simplemente en esto, la verdad, prefiero los dones que recibió el mono. O sea: un matrimonio está cenando ante la televisión, viendo un documental de La 2 sobre las morsas antárticas, y de repente se miran y él le dice a ella, con gesto indescifrable, "la sopa quema, Petri". Pues bueno: no es mala cosa esto del intercambio de información, y resulta útil para saber cómo anda el mundo, y hasta ara transmitir una cultura ancestral generación tras generación, pero sospecho que, a Petri, el intercambio de información la deja fría.

Mucho mejores que éste son algunos de los usos menos explotados y reconocidos del lenguaje, como el de pensar: elaborar ideas, formularlas, enlazarlas en pensamientos complejos y compartirlas con otros, incluso, desde la voluntad de mejorarlas. Cansa, es cierto, pero gracias a ello tenemos las chinchetas, puentes, aeropuertos, tamagochis y diversos inventos de la teletienda. Sirve también el lenguaje para expresar la intimidad y volcar hacia fuera nuestro mundo interior, así que nos hace en cierto modo transparentes, niños e ingenuos, y es fácil que esto ayude a otros. Si yo os digo, por ejemplo, en esta misma línea, que os quiero mucho a todos, como ya sabéis, podéis asignarle al hecho el valor que queráis, pero tenéis que reconocer que es más hermoso que deciros que mi sopa quema, Petri.
Hay muchos más usos valiosos del lenguaje, desde luego, pero existe uno, sobre todos, que me parece especialmente importante recordar para vosotros en este momento de vuestra vida. Me refiero al uso del lenguaje para desear, para proyectar o proponer o trazar caminos futuros. Si, como dice el poeta, la infancia es la verdadera patria del hombre, es evidente que vosotros estáis hoy a punto de abandonar la patria, ya que, aunque es cierto que la mayoría de cosas en vuestra vida no van a cambiar mañana mismo, van a empezar a hacerlos inevitablemente, y conviene darse cuenta.

De hecho, si en este momento dejáis el bolígrafo sobre la mesa y miráis alrededor, veréis mal sentados en sus pupitres a los compañeros, más o menos angustiados, con los que habéis compartido grandes o pequeños momentos. Veréis vuestra aula, la luz de mayo tras el ventanal y, en la mesa grande, a alguno de vuestros profesores, mosqueado, probablemente. Os sugiero que os regaléis unos instantes del examen para hacerlo de verdad, para levantar la vista y mirar todo eso y retenerlo, porque el mes que viene, sencillamente, ya no estarán allí, lo cual no deja de producir cierto vértigo. En este contexto de vértigo que vivís ahora, cuando dejáis la patria y hacéis el petate, es donde digo que me parece especialmente importante recordar que el lenguaje sirve también para desear, proyectar o soñar.
Los niños lo hacen mejor que nadie, cuando proponen un juego a un compañero llenos de barro en el parque, y le dicen: "jugamos a que yo era..." Ese pretérito imperfecto del "yo era" no alude al pasado, claro, sino obviamente al futuro. Pero no al futuro latoso y burocrático de la realidad real, del mañana mismo, en el que el pobre niño irá a visitar a su abuela de Alcobendas y le estirarán los mofletes brutalmente, sino a "otro" futuro posible y distinto del real, que es mucho mejor y más divertido y chachi. Jugamos a que yo era piloto, médico, vaquero, futbolista, Picachu. No, no, no; Picachu, mejor no.

Por desgracia para el niño, el "yo era" no siempre se cumple (claro, no es tan fácil), pero me parece muy evidente que, si no se nombra al menos, si no se desea con palabras y las palabras se formulan, e incluso si no se dicen en voz alta y se le dicen a otro, no hay forma de que se cumpla. Les va tocando ahora a ustedes, que tanto han criticado y critican a sus adultos, pensar y proponerse un futuro en el que van a estar solos a la hora de decidir”.
Enrique Díaz-Berrio Casado

Fin de la primera parte.
Joel Reyes

2 comentarios:

  1. Hola,
    Sólo un pequeño aporte. La referencia a dicho profesor es muy buena, pero si no me equivoco, en el texto escribes "ara", cuando se refiere al verbo haber. Con H y con B.
    Si es así, dudo mucho que él cometiese esa falta de ortografía y no dudo tanto que le sangren los ojos si lo ve.
    Un error lo tiene cualquiera,
    Un saludo.

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  2. Hola,

    gracias por el apunte. Realmente ese "ara" es un "para" al que le falta una letra, y es seguro que el fallo fue mío al transcribir la entrada. La frase correcta sería "y hasta para transmitir…".

    Gracias de todos modos y gracias por leerme.

    Un saludo.

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