Miranda
es un lugar acogedor, repleto de personas cálidas dispuestas a entablar
conversación e intercambiar vida y experiencias. Echábamos de menos las cañas
en El Patio de Ana y la sonrisas que nos regala la gente al compás de “estáis
con Miguel, no?”.
Debemos
tener cara de músicos o simplemente de no ser del lugar, pero todo el mundo nos
sitúa en los Estudios ACME. Y ahí es donde ayer transcurrió la mayoría de la
jornada.
No
voy a negar que el proceso está resultando tan emocionante como estresante. Un
disco es una constante toma de decisiones, decisiones que quedarán impregnadas
de por vida en esta grabación, y que no siempre son gratas. Cada cual tiene una
cabeza y una forma de entender las cosas y no siempre se coincide. Un disco es
un cúmulo de pruebas acierto-error y, como me gusta decir, el fruto de un
momento concreto. Un mes antes o un mes después, con unas u otras personas, el
resultado sería diferente, ni mejor ni peor, simplemente diferente.
Y me
centro. Que ya sabéis de mi propensión a divagar.
Ayer
le tocaba salir a jugar a Álex. Empezamos a atacar las primeras teclas del
disco. Es un lujo poder grabar con pianos auténticos de los años en los que se
han grabado algunos de los discos más grandes de la historia del rock.
“Respira” y “En mis zapatos” ya tienen sus Wurlitzer grabados. Sonidazo y
belleza la de este piano eléctrico mítico en las manos de mister Larraga.
Para
“Crucifíquenme” escogimos el mítico Fender Rhodes, con su particular sonido. En
“Crucifíquenme” estamos buscando la máxima sutileza en todos sus elementos y de
momento estamos consiguiendo mantener ese aire minimalista.
Decidimos
dar una tregua a Álex y atacar algunas guitarras que nos rondaban en la cabeza.
“Big Bang” es un tema que está adquiriendo un aire guitarrero y tribal que nos
recuerda al Neil Young más eléctrico. Por primera vez me enfrenté a la
grabación de una guitarra eléctrica rítmica en un disco. Hay que lanzarse a la
piscina y probar cosas nuevas. Fue una gozada grabar con el ampli atronando y
un sonidazo brutal.
Hoy
comenzaremos la jornada después de comer y seguiremos con teclas y guitarras.
Os aseguro que va a quedar un disco brutal. Me gusta mucho, mucho. Quedan
muchas dudas, muchos vaivenes, muchas decisiones, pero sé que va a valer la
pena. Prometido.
Gracias
por permitirme vivir momentos como este.
Joel
Reyes
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